Y te siento como si mordieras todos los vicios del celo,
mientras le escribo al vivido recuerdo del mañana
sobre filos que atraviesan estos ojos y me dejan ciega
Sin gatos ni perros, sin hojas ni frutos
Sin problemas ni peros, sin sueño ni anhelos
No le caigo en gracia al certero olvido
Ignora mis lágrimas, ignora mis lamentos
Aparece y desaparece cual resoplo amargo
Finge piedad, finge bondad y finge felicidad
No me toques ni con el filo de una corazonada
No me atraigas ni con la luz de un espectro
No me llames ni con el ideal de una razón
Mejor háblame, cuéntame ¿tu que tal?
lléname así el aliento de improperios y comedias
porque mi acuoso letargo llamado olvido
no trabaja, no deja verso, no come momentos
y riñe con la alacena vacía de la memoria
Sin deseo ni esperanza, sin visión ni ficciones
Sin techo ni comida, sin libros ni alegrías
Ahora es cuando tengo miedos sobre puntos falsos,
en donde me tocas, me atraes y me llamas
cuando me narras historias en la penumbra
Para ti mis encantadoras y menudas quejas
porque tocando este cruel monologo de piano
me invitas a celebrar que ¡acá estas bien!
Pero no puedo inventarme una canción de amor
No puedo exprimirle lo irreal a este mundo
Aun cuando me llames, me atraigas y me toques
No puedo cantarte sobre un amor que no correspondes.
Divagando para el olvido…
- viernes, 22 de julio de 2011
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